12 de enero. Podríamos llamarlo el día después de... Pero no, no fue el día después de cumplir los 18. Fue el día, simplemente. El día en el que pude volver a comprobar que nada es imposible. El día en el que volví a ver a mi Valencia.
18:00 Llegada al aeropuerto. Aún faltaba algo más de una hora y media y ya no podía más de los nervios. Vale, los había visto una vez y a algún jugador incluso dos, pero los nervios no se pueden controlar.
19:00 Toca revisión: cámara, bolígrafo, rotulador, libreta, bufanda, foto de Alonso... bien, creo que no falta nada.
19:30 No puedo más, necesito que esa maldita puerta se abra ya.
19:40 La gente se comienza a colocar. Éramos cuatro personas contadas más algún que otro fotógrafo y cámaras de televisión.
Y sí, al cabo de unos minutos esa puerta se abrió. Los primeros en aparecer fueron
Mathieu y
Alexis. Con
Alexis ya había conseguido algo el día 19 de diciembre, así que fui a por
Mathieu, que el pobre no había venido la otra vez por lesión. Serio pero muy agradable. El siguiente fue
Baraja. No pude conseguir una foto con él porque la televisión gallega se acercó a él, pero agradable.
César salió después. La vez anterior no había conseguido ninguna foto con él porque había salido el primero y de los nervios lo llamé tan bajito que no me escuchó, pero esta vez sí. Se acercó a mí y además de firmarme se sacó una foto conmigo muy sonriente ♥ Y continuamos con... ¡
Carlos Marchena! Vino a mí, directamente, sin llamarle, aunque mientras me firmaba sí dije su nombre. Se sacó una foto conmigo súper sonriente. Es una persona majísima, de verdad. No me gusta demasiado poner fotos personales en el blog, pero creo que ésta se merece un espacio:

No,
Carlos no estaba aquí aún con su máxima sonrisa. Y sí, sale
Joaquín también ♥ Puede parecer una foto normal dentro de lo que cabe, pero no, siempre será una de mis fotos favoritas. Sí, que salgan ellos influye, pero esta foto tiene un gran mensaje, una gran historia detrás que no voy a contar aquí.
Continuaron saliendo los demás:
Vicente,
Moyá,
Zigic (qué súper sonriente de nuevo y se volvió a agachar),
Navarro,
Silva... Con todos estos conseguí algo, incluso intercambiar alguna palabra. Con
Dealbert,
Albelda (puf, de nuevo),
Jordi Alba,
Chori Domínguez... no conseguí nada, pero otra vez será.
Pero sin duda, otro de los grandes momentos de la tarde, junto con el de
Marchena y
Joaquín, fue cuando salió
David Villa. Había hecho una especie de 'apuesta' con la bajilla Esther. El reto consistía en darle a
Villa una foto de
Fernando Alonso vestido de Ferrari para que la firmara. Ella no creía que yo lo fuera a hacer, lo dijo más bien de coña, pero sí. Me planté (o se plantó más bien) delante mío y le di la foto para firmar junto a un '¿Me firmas esta foto de
Alonso?'. Quiero pero no puedo describir su cara. Quiero pero tampoco puedo que escucheis su risa. Y junto a su risa vino un '¿De
Alonso?' y lo hizo, sí, mientras yo le explicaba que eran asturianos, especiales... El reto estaba cumplido. También conseguí una foto con él, de nuevo, pero esta vez de forma diferente y muchísimo más especial.
Al día siguiente,
13 de enero, se disputó el partido Deportivo-Valencia. Estuve ahí. Estuve en Riazor animando a mis chicos. No pudo ser. El sufrimiento se hizo presente. Pero de nuevo vuelvo a recordar esto y una sonrisa cruza mi cara.
Gracias.
Gracias por ser así de humildes.
Gracias por ser tan humanos.
Gracias por ayudar a las personas de esta manera.