La perfección no se trata sólo de control. También se trata de dejarlo de lado.

Todos conocemos la historia. Pequeña niña virgen, pura y dulce. Atrapada en el cuerpo de un cisne. Desea la libertad, pero sólo el amor verdadero romperá el hechizo. Su deseo es casi concedido en la forma del príncipe. Pero antes de que pueda declarar su amor, su gemela lujuriosa, el cisne negro, lo engaña y seduce. Devastada, el cisne blanco salta de un precipicio. Matándose, va a la muerte y encuentra la libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario