domingo, 4 de diciembre de 2011

All my troubles seemed so far away.


Su vida planeada milímetro a milímetro. Ella sabe qué va a ponerse para ir a clase al día siguiente. Ella sabe qué va a comer ese fin de semana y guarda lo necesario. Sabe, también, lo que estará haciendo un día concreto del mes que viene. Las páginas de su agenda, completamente escritas, van pasando. Quién sabe si Nueva York o Alemania. Quizás Londres o Nueva Zelanda. Está ahorrando para comprarse eso que tanto desea. Y eso otro.

Qué irónico. Ha crecido. Ya no es esa niña a la cual su mamá la cogía en brazos de la cama antes de ir al colegio. Ya no es esa pequeña que se olvidaba de su comida por ver los dibujos. Nunca más.

Ni ha dormido, ni espera hacerlo el resto de su vida. Tiembla. Tirita. Quién sabe si es de frío. Una sonrisa irónica recorre su rostro. Y un suspiro. Ay, si él pudiera estar con ella. El giratiempos. Sonríe, esta vez sí, ante la situación. Quizás, la próxima vez que veas esa película... El viento revuelve su pelo. Roza su hombro con ese transeúnte. Entonces se fije en ello. Y pensar qué...

Sólo espera que nadie la juzgue. Sólo espera no decepcionarlas. Sólo espera... Bueno, ya lo veremos.

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