viernes, 27 de mayo de 2011

Autopalabra: puta.

Ahora mismo tengo un brazo colgando por un hilo. Sí, los apuntes me están devorando, así que espero que me dé tiempo a escribir. ¿El qué? Sabe dios.

Le dije que sentía que esa podía ser mi última oportunidad. Y que si no podía hacerlo pero hacía todo lo posible, eso estaría bien. Pero si me despertaba una noche y me daba cuenta de que podía haber hecho más, eso me perseguiría el resto de mi vida.


Eso, señores, lo ha dicho Nathan. Y si lo dice Nathan... Y luego ha ido a ver a Dan. Y yo he pensado que... bah, no merece la pena.

Revolución. Y yo aquí, estornudando sobre los apuntes. Claro, luego le contaré a mi hijo Ustaritz mis grandes hazañas entre tonemas, prosodias y hombres infieles al guión. Pero, coño, esto a los vascos también nos pasaba y nadie se ha quejado. Fritos en el cielo (iba a escribir 'gritos', pero me he equivocado y ha quedado tan bien). La entonación, recuerda.


El caso es que a veces sí, y a veces no. Pero yo seguiré sin comer. Indefinidamente.

domingo, 8 de mayo de 2011

I need to find my way back to the start.


Entre montones y montones de apuntes ella se pregunta qué es exactamente lo que va mal. ¿Qué cojones es lo que va mal? Pero no lo sabe. O sí. Demasiadas estupideces. Demasiados sentimientos cruzados dentro del pecho. Uñas pintadas de negro, dedos manchados de tinta, ojos corridos. Definitivamente a volver a ser la misma de hace dos años. Aquella que vestía de negro y llamaba la atención. ¿Para bien o para mal?

A la mierda, al lado de mi puerta a partir de ahora habrá una lista. No está permitido correrse encima de los apuntes. Denegada la petición de colgar sujetadores en el pomo. Nada de abrir la ventana y bailar desnuda. Joder, en mi habitación no se habla de cacahuetes. Llora y cállate.