sábado, 27 de agosto de 2011

London, part II.

UK.

¿Dónde nos habíamos quedado? Nos levantamos con ganas, así que vamos a... ¿Arsenal? ¿Te parece? Vale, perfecto. ¿Y esta estación tan abandonada? No, señora, no nos hemos perdido. Ya hemos visto hacia dónde tenemos que ir gracias al cartel, muy amable. Dios, ¿en este maldito lugar no conocen los atajos? No daremos la vuelta en la vida... Mira, mira, el Emirates Stadium. Y te embarga una emoción que no sabes si correrte o arrodillarte en el suelo y correrte a la vez. Letras gigantes delante del camino hacia la entrada. Una foto aquí, otra foto allá. Mmm, otra por aquí. Cuidado, cuidado, que viene un coche, tía. Venga, daremos pues la vuelta al estadio. Quería entrar, pero bueno, ésa es otra historia. Leyendo y leyendo, hasta que me pongo a entonar el himno del Manchester United y del Liverpool delante del estadio del Arsenal. ¿Qué cojones? Y tan feliz. Venga, vamos, qué cansancio. Quiero una foto en esa parada de autobús. De verdad, ¿por qué no aprendemos en España? Una parada de autobús con las caras de los jugadores del Arsenal. Subía la temperatura en ese asiento. Mucho.

UK.

Y volver sobre nuestros pasos. ¿A dónde vamos? Di un número. ¿Derecha o izquierda? Bien, pues la parada de metro seleccionada es... Aquí. Thriller, Shrek, Les Misérables. Musicales. everywhere. Y te quedas con las ganas de ir a alguno. Una vez en Covent Garden (por millonésima vez) nos pilla el jarreo monumental. Tranquilidad, paraguas había. Por Chinatown con el paraguas. Aquí las extranjeras somos nosotras. Las raras. Qué ingeniosa puedo ser a veces. Irónica también. Hambre. Merendemos. Dios, pero el banco está mojado del diluvio. Y en la carretera de al lado hay un charco de otra dimensión. ¿Es que en Londres no conocen las alcantarillas? Pero bueno, entre bocado y bocado de salami podías ver cómo los coches (taxis, básicamente), pasaban por encima del charco, formando un divertido tsunami londinense.

Volvemos a cortar la conexión. En el próximo capítulo quizás cuente mi gran amor por las ardillas inglesas. Quizás.


To be continued...

martes, 23 de agosto de 2011

London, part I.

UK.

El avión es el nuevo Dragon Khan. Eso es algo que me ha quedado muy claro. Esas risas, sumadas a la del 80% de pasajeros fueron de adrenalina, como aquella vez cuando... Bah, da igual. Sí, era la primera vez. Sí, sé que voy con retraso en cuanto a viajes se refiere. Bendita lluvia la de Londres al bajar. Y, entonces, sale ese inglés del avión, justo delante y suelta un espléndido: 'Shit!'. No te queda otro remedio que sonreir y decir: 'Fuck yeah! Por fin estoy aquí'. Perderse, preguntar, subir a un bus sin sentido, equivocarse en el metro, encontrarse con esa mujer española que con su iphone te ayuda amablemente: 'A mí también me hubiera gustado recibir ayuda cuando llegué por primera vez'. Y su marido inglés sonriendo constantemente y haciendo el esfuerzo de hablar en castellano. Bendita ciudad. Preguntar, preguntar y preguntar. Y llegar al albergue. Bueno, por fin.

Salir en Picadilly Circus. Y alucinar. 'Mira eso, joder, sale en Harry Potter'. No sé a dónde mirar, realmente. Es todo alucinante y tan diferente. Un millón y medio de cosas nuevas. De sensaciones extrañas. Y empiezas a sacar fotos sin sentido. A todo. Hasta que al mediodía se te gastan las pilas de la cámara. ¿Tan rápido? 'Mira, mira, mira, tres autobuses de Harry Potter seguidos. Dios, dios, dios'. Vale, basta, deja a la niña atrás.

Eso es... hostia, esa es The National Gallery, ¿no? Espera, voy a mirar a ver si está en nuestra lista de cosas por ver. ¿Es gratis? Sí, joder, está y, además, it's free! Vamos. Um, apasionante este cuadro. ¿Te has fijado en el detalle de Jesús? Señor, cuántas salas... Vamos a salir y comer. El Big Ben a lo lejos, Shrek ahí. Y ese extraño contador. Nuestro primer supermercado. Empecemos por chorizo. Spanish Chorizo, calidad (al que le siguieron queso, salami, jamón... Hartas. Así que... McDonald's). Te sientas en esas escaleras, espantas a un millón y medio de palomas y te pones a hablar con ese inglés tan amable. Tal que así:

- Where are you from, ladies?
- Spain, sir.
- Oh, I really like Spain. Which zone?
- Basque Country.
- Ah! Explosives?

Vamos, esa imagen de los vascos. Esa bendita imagen otra vez. Y no sabes si reir o... reir, definitivamente.

UK.

Y en el mismo día el Big Ben, el London Eye, etc... Unas vistas para correrte. Tengo una idea, tengo una idea. Vamos a... King's Cross. Por favor, por favor, por favor. Y te aventuras hacia la estación. Nada, que no sabemos dónde nos metemos. ¿En el metro? ¿En la estación? Y nosotras todas jefas caminamos buscando el maldito andén. Nada, no está. Preguntemos a la de seguridad, pues. 'Excuse me! Where is Harry Potter's platform?' Contengamos la risa ante la cara de la mujer, por favor. Vale, this way... Y llegamos y vemos semejante... Are you fucking kudding me? Están en obras y en la parte exterior han puesto un mural y el carrito. Bueno, algo es algo. Y varios niños y voy yo y me saco dos fotos. Salgo, vuelvo a ponerme, salgo, vuelvo a... Joder, qué jodida emoción, era una niña pequeña. La fantástica idea de meter la mano en la manga y simular que la plataforma te succiona el brazo. Espléndido.

¿Y os parece que lo dejemos aquí por hoy? No pretendo que entandáis todo. Además, me duele la boca. Y qué cojones, estoy de retiro espiritual.


To be continued...