sábado, 1 de junio de 2013

She screams in silence.

Sólo quiere volver a ser esa chica alegre. Sólo quiere volver a ser esa joven que abre cada agujero de cada cabina esperando encontrar algo. Sólo quiere volver a ser esa pequeña grande que aprieta cada botón de semáforo, contando cada coche que consigue frenar. Quiere volver a ser esa ilusionada que baila de pie, sobre la cama -a pesar de las advertencias tempranas de su madre-, cada acorde de sus canciones. Volver a ser aquella que sueña con tatuar cada parte de su piel. Ésa que grita cada gol de su equipo. Aquella que sueña con estar en los conciertos de sus ídolos. La persona que sueña con abrazar a cada héroe de serie. Quiere volver a ser la soñadora que, junto a un libro, construye sus propios castillos. Quiere ser la pequeña jugadora que, tras mirar el rostro de cada persona que se cruza en su camino, inventa la vida de cada individuo. Ella sólo quiere ser la hija de [...], la hermana de [...] y la madre de Ustaritz. Sólo quiere ser capaz de levantarse cada mañana con una sonrisa en el rostro. Quiere vencer todos sus miedos. Quiere ser la persona que consigue refrenar los impulsos. Quiere ser la persona que deja atrás cada cicatriz. Sólo volver a ser la pequeña luchadora. Sólo quiere ser una adulta que entiende cada acto. Ella sólo quiere ser la persona perdonada.

Pero no lo será. Tan sólo es la persona por la que no cesan de correr las gotas saladas. Tic - tac.