martes, 27 de marzo de 2012

Y me abandono y abrazo a cualquier muchacho que, viril y correcto, salude con el brazo erecto II.

Mi nombre es Adam Susan. Yo soy el líder. Líder de lo perdido. Soberano de las ruinas. Soy un hombre como cualquier otro. Dirijo el país que amo en la selva que es el siglo veinte. Obro en la supervivencia, en el destino de la raza nórdica. Creo en el fascismo. Oh, sí, soy fascista. ¿Y qué? Fascismo es… Una palabra. Una palabra que perdió su sentido con la cháchara de los débiles y los traidores. Los romanos inventaron el fascismo. Un manojo de ramas atadas era su símbolo. Una rama puede romperse. Un manojo perdura. El fascismo… es la fuerza de la unidad. Creo en la unidad. Creo en la fuerza. Y si la fuerza, la unidad para alcanzar un objetivo, requiere uniformidad de pensamiento, palabra y obra, entonces que así sea. No quiero oir hablar de libertad. No quiero oir hablar de la libertad individual. Son lujos. Y yo no creo en los lujos. La guerra acabó con los lujos. La guerra acabó con la libertad. La única libertad que le resta a mi pueblo es la de pasar hambre. La libertad de morir, la libertad de vivir en el caso. ¿Debo permitir es esa libertad? No lo creo. No lo creo. ¿Merezco la libertad que a otros les niego? No. Permanezco dentro de mi jaula y no soy más que un sirviente. Yo, que soy amo de todo lo que veo. Veo desolación. Veo cenizas. Tengo tanto… Tengo tan poco… No soy amado, lo sé. Ni en cuerpo ni en alma. Nunca he conocido el suave susurro del cariño. Nunca he conocido la paz que se esconde entre los muslos de una mujer. Pero soy respetado. Soy temido. Y eso es suficiente. Porque yo amo. Yo, que no soy correspondido. Siento un amor mucho más profundo que los jadeos y convulsiones de la sucia copulación.

¿Hablo de mi amor? ¿Hablo de mi prometida? No tiene ojos para coquetear o prometer. Pero lo ve todo y comprende con una sabiduría que es divina en su equilibrio. Permanezco a las puertas de su intelecto y me ciega la luz que emana. Qué tonto debo parecerle… Qué infantil y obtuso. Su alma es pura, libre de las trampas y ambigüedades de la emoción. No odia. No anhela. No conoce la alegría o el dolor. La adoro, aunque sé que no la merezco. Atesoro la pureza de su desdén. No me respeta. No me teme. Ella no me ama. Los que no la conocen piensan que es fría y dura. Piensan que no tiene vida y no siente pasión. No la conocen. Ella no los ha tocado. Ella me toca, y soy tocado por dios, por el destino. Todo lo que existe pasa por ella. La adoro. Soy su esclavo. No existe libertad más dulce.

Mi amor, permaneceré siempre a tu lado, pasaré mi vida dentro de ti. Esperaré siempre a que seas tú la que hable y nunca te pediré una pizca de afecto. Destino… Destino… Te amo.


V for Vendetta

lunes, 12 de marzo de 2012

Y me abandono y abrazo a cualquier muchacho que, viril y correcto, salude con el brazo erecto.


Hola, querida dama. Hermosa noche, ¿no le parece? Perdone mi intrusión. Tal vez le apetecía dar un paseo. Tal vez sólo disfrutaba del paisaje. No importa. Creo que usted y yo deberíamos tener una pequeña charla. Ah, olvidaba que no hemos sido debidamente presentados. Yo no tengo nombre. Me puede llamar V.

Señora Justicia, le presento a V. V, le presento a la señora Justicia.

Encantado, señora Justicia.

"Buenas noches, V"

Bien, ahora ya nos conocemos. De hecho, he sido fan suyo durante mucho tiempo. Oh, ya sé lo que piensa... "Pobre chico. Se ha enamorado de mí... como un adolescente" Disculpe, señora. No es nada de eso. La he admirado durante mucho tiempo... Aunque sólo a distancia. La observaba desde las calles de allí abajo cuando era un niño. Yo le decía a mi padre: "¿Quién es esa señora" Y él contestaba: "Es la señora Justicia" Y entonces yo decía: "¡Qué bonita es!" Por favor, no piense que era sólo algo físico. Sé que no es esa clase de chica. No, yo la quería como persona, como un ideal. De eso hace ya mucho tiempo. Me temo que ahora hay otra....

"¿QUÉ? ¡V! ¡Qué vergüenza! ¡Me has traicionado por una pícara vanidosa y llorona de labios pintados y sonrisa viciosa!"

¿Yo, señora? ¡Permíteme que discrepe! ¡Fue su infidelidad la que me lanzó a sus brazos! ¡JA-JA! ¿Eso la ha sorprendido, no? Pensaba que no conocía su pequeño escarceo, pero no. ¡Lo sé todo! La verdad, no me sorprendió en absoluto saber que le gustaban los hombres de uniforme.

"¿Uniforme? ¿Por qué? No sé de qué estás hablando. V, tú siempre has sido único para mí"

¡MENTIROSA! ¡ZORRA! ¡PUTA! ¡Niega ahora que te liaste con él, con el del brazalete y las botas de militares! ¿Y bien? ¿No dices nada? Ya me lo parecía. Muy bien. Al fin te has desenmascarado. Ya no eres mi justicia. Ahora eres su justicia. Te has acostado con otro. Bien, es un juego para dos.

"¡Me ahogo! ¿Quién es ella, V? ¿Cómo se llama?"

Se llama Anarquía. ¡Y me ha enseñado que es mejor amante de lo que tú jamás fuiste! Me ha enseñado que la justicia carece de sentido sin libertad. Es honesta. No rompe promesas como tú, Jezabel. Solía preguntarme por qué nunca me mirabas a los ojos. Ahora ya lo sé. Así que adiós, querida dama. Incluso ahora me entristecería nuestra separación, si no fuera por ya no eres la mujer que una vez amé. Las llamas de la libertad. Qué hermoso. Ah, mi preciada Anarquía.


V for Vendetta