domingo, 26 de febrero de 2012

Carry on my wayward son.


Supernatural. Esa serie de la 2 que en la televisión de aquella perfecta habitación de Vitoria se dejaba ver de vez en cuando. No demasiados minutos, la verdad. Aquella niña no conseguía seguir el hilo argumental. "Algún día veré esta serie". Pobre niña, estaba vendiendo su alma. Pobre niña, no sabía lo mucho que una simple serie iba a marcarla.

Dos hermanos, unos padres que los amaban (joven madre y, bueno, luego tenemos al padre...), una segunda figura paterna y un ángel, la voz de la conciencia. Tenemos a Lucifer, tenemos criaturas, tenemos... Irónico.

Dean y Sam. El hermano mayor cuidando del pequeño desde que tiene uso de razón. El hermano mayor que da la vida por el pequeño. No le importa lo que piensen los demás. Nada le hiere, nada le duele. Sarcástico, irónico, gracioso. Nada formal, nada estable. Pero, en el fondo, su corazón resentido. La autodestrucción confundida con el egoísmo, el pasotismo, el odio. ¿Y qué más da la vida si puede cuidar de su bebé, su Impala del 67, y disfrutar del viejo rock? Alejemos a las personas, Dean. Mejor que sufran un pequeño tiempo por nuestra fingida indiferencia a hacerles daño con nuestros actos. Vamos, Dean. Nada nos molesta, nada nos hace daño, nada nos duele. Nada nos importa. No lloramos, no sentimos. Venga Dean, estamos solos. Pero no nos importa. ¿Verdad? Porque nos lo han dicho. Nos lo han advertido. Inside, we are already dead, Dean.

Carry on my wayward son. There'll be peace when you are done. Lay your weary head to rest. Don't you cry no more.

martes, 7 de febrero de 2012

Va de universos paralelos.


Hoy me he levantado con las sábanas llenas de lágrimas. Lágrimas cargadas de sentimientos, de emociones. Lágrimas que se mantienen secas a lo largo del rostro. La pantalla del despertador ha reflejado unas ojeras incipientes. Demasiado. El descanso sigue sin querer hacer aparición. Entonces, y sólo entonces, he recordado su pregunta del otro día: "Oye, ¿estás bien?". Me eché a llorar al escuchar esas palabras. Nada por aquí, nada por allá. Sí, hay mucha gente, muchísima gente, cantidad infinita de gente alrededor. Pero, a la par, no hay nadie. "Hey, ¿pero estás mal o algo?" Recordar algo así como "si no te quiere ni tu propio 'inserte aquí palabra', ¿cómo te va a querer alguien?" Razón. Jodida razón. Apretar los puños y reprimir, es la clave. Claro que estoy bien. ¿No lo ves? El otro día, alguien me dijo que, en un universo paralelo, las lágrimas, la falta de sueño y esos pensamientos sólo significan tristeza y depresión. Es irónico, porque estoy bien.

- En esta alejada cama.

sábado, 4 de febrero de 2012

You make me laugh but it's not funny.


- No me conoces. Eso me gusta.
- No, no es verdad.
- Ah, ¿no?
- No. Tienes el pelo rubio y te llega por aquí, fumas donde te lo prohíben, a veces muerdes...
- Ah, ¿sí? Tú te subes a la acera con el coche, te criaron unos animales... A veces pareces muy solo, como si acabaras de llegar.
- ¿Lo ves? No me conoces. Entra en tu vida alguien llamativo y te enamoras sin más ni más.