viernes, 23 de julio de 2010

Historias en el autobús, parte I.


Salir de tu casa con un plan ideado en la cabeza. Salir de tu casa y recibir el calor sofocante en el rostro, sentir un inmenso placer y cansancio al mismo tiempo al saber que es verano y hay un millón y medio de cosas que hacer, siempre disfrutando cada segundo. Salir de casa y subirse a un autobús. Esperar mientras el autobús llega al destino que deseas. Esperar y mirar por la ventana durante el trayecto. Tener la mirada perdida hasta que algo llama tu atención. Es entonces cuando lo ves. Ves a tu ídolo através del cristal. Ves a tu ídolo paseando, disfrutando de sus merecidas vacaciones. Lo ves. Una extraña y agradable sensación recorre tu cuerpo. Sonríes. Definitivamente, te gusta.

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